viernes, 7 de octubre de 2011

LA REINA DE ESCOCIA (parte III)

UN CONSORTE PARA LA REINA

Consciente de la necesidad de engendrar un heredero, María contrajo segundas nupcias con su primo inglés Enrique Estuardo, Lord Darnley, pese a la oposición de la nobleza y ante la negativa de la reina de Inglaterra. Esta boda no contaba con el beneplácito de la familia real francesa, los Valois, casa a la que pertenecía por su matrimonio con el difunto rey Francisco II, sus parientes los Guisa tampoco veían con buenos ojos al noble inglés, y mucho menos los encumbrados nobles escoceses. Pese a las objeciones  y a  la mala reputación de Enrique, María quedó perdidamente enamorada de él.

María y Darnley pasaban mucho tiempo juntos.
Una de las aficiones de ambos era la música.


¿QUIÉN ERA EL APUESTO PRIMO INGLÉS?


El bello y apuesto Lord Enrique Estuardo, 6º Barón Darnley, nació en Inglaterra el 7 de diciembre de 1545, era miembro de la noble Casa de los Estuardo. Sus padres fueron el noble escocés Mateo Estuardo, Conde de Lennox -descendiente de Jacobo II- y Lady Margaret Douglas. Por parte materna Darnley era nieto de Margarita Tudor (abuela de María) quien fuera reina consorte de Jacobo IV de Escocia; por lo tanto Darnley y María eran primos en primer grado de parentesco con un bisabuelo común en Enrique VII de Inglaterra.

Por su parentesco con los Tudor, Enrique era un potencial aspirante al trono inglés, en cuanto a la sucesión escosesa se encontraba por detrás de su padre y de James Hamilton 2º Conde de Arran. Cuando contrajo nupcias en secreto con su prima la Reina de Escocia en 1565 provocó un conflicto entre los Lores de la Congregación porque el catolicismo que ambos profesaban representaba un peligro para la causa Protestante, su mayor oponente fue el medio-hermano de María, James Stewart, el encumbrado Conde de Moray quien enfureció cuando la Reina le concedió a Darnley el título de Duque de Albany(*).

La Reina Elizabeth nunca aprobó el matrimonio de sus primos.

Para la Reina de Inglaterra ésta boda representaba una traición porque ella no había autorizado a Darnley desposar a María Estuardo. Ésta unión era bastante peligrosa para Elizabeth porque María era considerada heredera de María I Tudor, ambos eran católicos y pretendientes al trono por descender de Enrique VII. El hijo de éste matrimonio seria un pretendiente indiscutible a la corona inglesa.

Al poco tiempo el matrimonio se debilitó, el Rey Enrique reclamaba ser oficialmente reconocido por el Parlamento. También resultó ser un caprichoso, pendenciero y pervertido, era un holgazán y asiduo concurrente a los bares más bajos de Edimburgo en los cuales mantenía relaciones tanto con varones como con mujeres, no participaba de la vida política del país y María tenía que hacer el trabajo en solitario.

En tal situación matrimonial la Reina quedó en cinta y a pesar de eso el rey cegado por la ambición y los celos puso en peligro la vida de su esposa y la de su hijo por nacer. Enrique junto a miembros de una facción del clan Douglas irrumpió en una velada ofrecida por su esposa en el Palacio de Holyroodhouse en la que estaban presentes Lady Jane y Lord Robert Stewart, hermanos de María, sus amistades y su secretario personal, el italiano David Rizzio; hacia él estaba dirigido el ataque y fue cruelmente asesinado en una brutal orgía de sangre, la reina fue hecha prisionera en sus aposentos y Darnley dudó de la paternidad del niño no-nato y una vez más reclamó ser proclamado Rey de Escocia.


Bautizo de Jacobo Carlos Estuardo Duque de Rothesay,
hijo de María y Darnley

El 19 de junio de 1566 en el Castillo de Edimburgo nace el hijo esperado al que bautizaron como Jacobo Carlos Estuardo, recibiéndo automaticamente el título de Duque de Rothesay, el de los herederos al trono escocés. María obligó a Darnley reconocer públicamente al niño, de esta manera el infante sería un indiscutible aspirante a la corona inglesa. La Reina Elizabeth fue la madrina del pequeño Príncipe.

Meses más tarde, la noche del 10 de febrero de 1567 el rey Enrique muere asesinado como parte de una conspiración comandada por James Hepburn 4º Conde de Bothwell, amante y futuro esposo de la Reina.

EL TERCER MATRIMONIO.

Apenas dos meses después de la muerte de Darnley, la Reina contrajo matrimonio bajo el rito protestante con el Conde de Bothwell. Si el matrimonio de María con Darnley no fue bien aceptado, éste se ganó más detractores porque los opositores de la soberana denunciaron tal comportamiento poco decoroso acusándola de traición.

El matrimonio con Bothwell en realidad ni parecía tal, María y su nuevo consorte discutían constantemente. Por motivos políticos y bajo la acusación por parte de la corona inglesa del asesinato de Lord Darnley, Bothwell huyó a Escandinavia siendo apresado en Noruega donde terminó sus días atado a una columna en una oscura y húmeda prisión perdiendo el conocimiento hasta caer en la locura.


"EN MI FIN ESTÁ MI PRINCIPIO"

A cada paso en falso que daba la Reina sus opositores y la Iglesia Reformada ganaban más adeptos. El 24 de julio de 1567 María fue obligada a renunciar al trono en favor de su pequeño hijo Jacobo, que sería educado en la religión protestante, la regencia la tomarían el ambicioso Conde de Moray y tras la muerte de este el abuelo del príncipe, Mateo Estuardo el Conde de Lennox actuaría como Regente.

El 13 de mayo del mismo año tras haber escapado de su prisión en el castillo de Loch Leven, María huyó hacia Inglaterra siendo capturada por los oficiales de Elizabeth el 19 de  mayo de 1568. La monarca inglesa no hizo más que tenerla prisionera y trasladarla de castillo en castillo. María y los miembros de su Casa, sus inseparables Marías, su confesor, su médico y demás miembros de su corte, todos compartieron durante diecinueve años el encierro de la soberana. Por su parte, la Reina Virgen se hallaba en una encrucijada, María reclamaba que su prima la reconociera oficialmente como su sucesora, proclamando su Derecho Divino al Trono Inglés, alegando ser su pariente más cercano. La reina de Inglaterra no la reconocía oficialmente por no levantar pasiones entre el pueblo y por rumores de un complót en su contra por parte de los partidarios de la reina pretendiente, pese a ello Elizabeth se negaba juzgar a su prima porque era una Reina con Derecho Propio, ungida por Dios, y María como tal, se negaba a doblegarse ante un poder extranjero. El parlamento inglés consideraba a María un peligro porque los católicos en Inglaterra y prominentes miembros de la nobleza la consideraban su legítima Reina.

Los católicos en Inglaterra pretendían destronar a Elizabeth Tudor
para que María Estuardo ocupe su lugar en el trono 

En 1570 se descubrió una conspiración para asesinar a Elizabeth y reemplazarla por María en el trono de Inglaterra para luego desposar a ésta con el Duque de Norfolk. Durante las investigaciones se descubrió que éste complót contaba con el apoyo del Papa y del rey de España Felipe II, bien sabido era que Norfolk había tomado parte activa en el plan, por su lado María negó rotundamente su participación. El duque fue decapitado pero Elizabeth no pretendía sentenciar a su prima manteniéndola al margen de todo, pero las pruebas confirmaban que María era conocedora de todo el plan y su posición en Inglaterra cambió repentinamente de invitada bienvenida a paria traidora, ante tal situación María fue excluida de la línea de sucesión inglesa.

Elizabeth temía ejecutar a una reina ungida por Dios, a su prima, pensando que eso traería repercusiones políticas y religiosas, de esa forma la reina daba largas para tratar el tema de la ejecución de María Estuardo. Sin más alternativa Elizabeth tuvo que ceder a la presión del Parlamento y firmar la orden de ejecución de la Reina de Escocia.


La mañana del 8 de febrero de 1585, en el castillo de Fotheringhay, María Reina de Escocia, Reina de Francia y Soberana de las Islas fue decapitada. La ejecución fue llevada de una mala manera pues se necesitaron hasta ocho golpes del hacha para separar la cabeza del cuerpo, terminando así con la vida de una mujer que había comenzado en la miseria de Escocia y que había estado inmersa en conflictos, traiciones y crímenes.


Al principio los restos mortales de María fueron depositados en la catedral de Peterborough, su cuerpo fue encerrado en un ataúd de plomo. Veinticinco años más tarde, su hijo Jacobo ya convertido en Rey de Escocia e Inglaterra, para "honrar a su madre" mandó trasladar el cuerpo a la Abadía de Westminster en la capilla de su tatarabuelo Enrique VII, frente al sepulcro de Elizabeth.


Los sepulcros de María y Elizabeth se encuentran a algunos metros
separada la una de la otra en la Capilla del Rey Enrique VII
en la Abadía de Westminster.


De esta forma es presentada la vida de María Estuardo, un mujer nacida en una época y un mundo considerado sólo para hombres y que llegó a se Reina por partida doble, de Escocia por derecho propio y de Francia por matrimonio. Su vida fue tan apasionada, romántica y trágica. Durante su cautiverio ni su hijo Jacobo VI de Escocia ni su cuñado Enrique III de Francia hicieron poco o nada por rescatarla.


Elizabeth I nunca se casó y sin descendientes no tuvo más alternativa que nombrar heredero y sucesor al hijo de su odiada prima, formando así la Unión Personal de ambos reinos con el nombre de Jacobo VI de Escocia y I de Inglaterra. Es por eso que todos los Reyes de Inglaterra y Gran Bretaña desde Jacobo hasta la actualidad descienden de María Estuardo.


Los acontecimientos que rodearon la vida de está singular mujer, sus problemas personales, su afrancesamiento, su catolicismo, el distanciamiento con su pueblo, sus conflictos con la nobleza y el odio de su prima, todo este torbellino de sucesos acarrearon el trágico final de su vida.

(*) Título otorgado solamente a príncipes esoceses.


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