viernes, 9 de septiembre de 2011

LA REINA DE ESCOCIA (parte I)



María Estuardo es un personaje que desde el primer momento en que la conocí me sedujo, pasó a formar parte de mis personajes históricos favoritos. Leí artículos y literatura sobre su vida, vi teleseries y películas sobre su interesante paso por este mundo, en la que los diferentes puntos de vista enriquecen más su historia. En esta oportunidad, basándome en una novela de la autora estadounidense Margaret George les presento a María, Reina de Escocia.

María nació y creció en una época en la que el rol de la mujer era bastante limitado. La vida de esta reina estuvo rodeada de traiciones, crímenes e intrigas que propiciaron el trágico final de su vida.

Me es grato compartir con ustedes la síntesis sobre la vida de esta Soberana.


EL PRINCIPIO

El invierno de 1542 fue muy inclemente con los escoceses. Escocia atravesaba una situación bastante complicada. La hostilidad del rey de Inglaterra, Enrique VIII, la invasión de sus tropas y la derrota escocesa de Solway Moss, afectaron la estabilidad del reino y la salud del joven rey Jacobo V, salud que se debilitaba por la situación que atravesaba su país así como por la vergüenza y afrenta a su regia dignidad (los ingleses habían profanado las tumbas de sus antepasados y antiguos reyes Stewart), pero existía otra razón que preocupaba al rey. La falta de un heredero.

La reina consorte, María de Guisa ya había dado a luz a dos varones, a Jacobo Duque de Rothesay en 1540 y un año después a Roberto Duque de Albany. Ambos príncipes no lograron alcanzar la edad infantil falleciendo el primero a los pocos meses y el segundo a tan sólo horas de haber nacido. Esto puso en peligro la posición y continuidad de la Dinastía Stewart. En 1542 la reina quedó en cinta, dándole una esperanza a la resquebrajada monarquía escocesa.


JacoboV y María de Guisa, padres de la Reina de Escocia


La noche del 8 de diciembre de 1542 en el Palacio de Linlithgow, la reina alumbró a una hermosa niña, que sería la menor y única superviviente de los hijos del Rey. A la pequeña se le bautiza con el nombre de María Stewart. El monarca que se hallaba enfermo en su lecho sabiendo que la criatura recién nacida era una mujer y no un varón, dijo antes de morir: "Comenzó con una moza  y terminará con una moza". Esta frase hacía alución a que los Stewart se hicieron del trono por intermedio de Lady Marjorie Bruce, hija del rey Roberto I, esto ocurrido doscientos años antes, así el rey creía que el nacimiento de María marcaría el final de los Stewart.

Afectado por una penosa enfermedad, Jacobo V murió de manera prematura el 14 de diciembre de 1542. Con tan solo seis días de nacida María se convirtió en Reina de Escocia.

UN DURO COMIENZO

Muerto el rey, los Lores decidieron coronar a la Reina Niña al noveno mes de su nacimiento, esta coronación sin igual fue muy comentada en toda Europa. Sin esperar más, el 9 de setiembre de 1543 la pequeña fue entronizada como María I Reina de Escocia y Soberana de las Islas. La regencia la ejercería el Conde de Arran y posteriormente la Reina Madre, María de Guisa. La nobleza debía hacer esto para demostrar la fortaleza, la unidad del reino y la independencia de Escocia, así Inglaterra no la encontraría vulnerable, de todas formas esta provocación disgustó demasiado a Enrique VIII que además era tío-abuelo de la niña (su hermana Margarita Tudor era madre de Jacobo V). Enrique pretendía secuestrarla, criarla en Inglaterra bajo la nueva religión protestante y desposarla con su hijo el Príncipe Eduardo. De esta forma tendría para sí el dominio de Escocia.


Margarita Tudor, Reina consorte de Escocia, hija de Enrique VII de Inglaterra,
esposa de Jacobo IV y abuela de María Estuardo.


Los primeros años de la niña transcurrieron con tranquilidad en la fortificada protección del castillo de Stirling, allí la reina pasaba sus días jugando con sus damas de compañía, todas de nombre “María”, lady María Beaton, lady María Fleming, lady María Livingston y lady María Seton, todas pertenecientes a poderosos clanes escoceses (algunas parientes ilegítimas de la reina), hijas de las damas de María de Guisa y en lo futuro grandes amigas de la pequeña Reina. Las actividades que realizaban en el castillo era la equitación, bordado, bailes, música y asistir a misa. En Stirling la Reinita también disfrutó de la compañía de los hijos ilegítimos que tuvo su padre, entre ellos Jacobo Stewart, el Conde de Moray.

Enrique VII, Enrique VIII, Eduardo VI, María I y Elizabeth I, Reyes de la Dinastía Tudor, emparentados con los Estuardo

Mientras todo era color de rosa para María, la Reina Madre, quien asumió la regencia del reino tuvo que enfrentarse a la expansión de los protestantes que recibían el apoyo de Inglaterra, los cuales predicaban en plazas y universidades. Éste conflicto religioso se cobró la vida de George Wishart, uno de los primeros reformadores venidos de Suiza, el más importante, quien terminó sus días consumido por el fuego. Más tarde sus seguidores se vengaron mutilando al Cardenal David Beaton, cercano amigo y consejero de María de Guisa. En Inglaterra Enrique VIII ya había muerto pero su hijo el joven y enfermizo Eduardo VI bajo el protectorado de su tío Eduardo Seymur, Duque de Somerset continuó con la tarea de su padre rompiéndo toda alianza o vínculo con Escocia, ante esta situación, la Regente pidió la protección de Francia su país natal, sellando así una alianza matrimonial entre su hija y el pequeño Delfín francés.



* ESTUARDO es la castellanización del apellido STEWART y su derivado STUART.

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